Qué pasa con la Iglesia tras la muerte de un Papa
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Tras la muerte de un Pontífice comienza un período que se llama de Sede Vacante. Durante este período rige el principio de nihil innovetur (que no se innove nada). El gobierno de la Iglesia queda confiado al Colegio de los Cardenales solamente para el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables y para la preparación de todo lo necesario para la elección del nuevo Pontífice.
Durante la sede vacante el Colegio de Cardenales puede reunirse en dos tipos de reuniones: las Congregaciones Generales y las Congregaciones Particulares.
A la Congregación General deben asistir todos los Cardenales no impedidos legítimamente; pueden ausentarse los Cardenales que no tienen derecho a participar en la elección del Papa. En ella se deciden los asuntos de mayor importancia, y deben celebrarse a diario. Los asuntos se deciden por mayoría simple de votos. La Congregación Particular la forman el Cardenal Camarlengo y otros tres Cardenales elegidos por sorteo, llamados Asistentes. En ella se deciden los asuntos de trámite y de menos importancia.
La elección de un Papa se conduce tras puertas cerradas, en cónclave. Los cardenales participantes en el cónclave no tienen contacto con el exterior. Esta práctica fue iniciada por el Papa Gregorio X en 1274 para eliminar interferencias externas y apresurar el proceso electoral, ya que su propia elección se había extendido por casi tres años.
El Papa es elegido por la Iglesia de Roma y no por el colegio de obispos. La razón de ello es que el Papa es el obispo de Roma. Como tal, el es ipso facto cabeza del colegio episcopal y cabeza visible de la Iglesia. Por lo tanto el Papa no es el representante de los obispos. Los cardenales son los que eligen al Papa. Ellos están específicamente vinculados a la Iglesia de Roma de alguna forma: Por ser obispos de diócesis cercanas a Roma, por ser miembros de la curia romana, o por incorporación al clero romano. En la actualidad la mayoría de los cardenales son pastores de iglesias geográficamente distantes de Roma, pero ellos están al mismo tiempo incorporados al clero local de Roma. A cada cardenal se le hace "titular" de una iglesia de Roma, de la cual pasa a ser párroco honorario. Esta relación con Roma preserva la tradición que viene de los primeros siglos según la cual el clero de Roma, con la ayuda de los obispos cercanos escogían el nuevo obispo de Roma.
Al mismo tiempo, el colegio de cardenales, al tener miembros procedentes de mas de 50 países, manifiesta la catolicidad de la Iglesia en la elección del Papa.
Tras la muerte de un Pontífice comienza un período que se llama de Sede Vacante. Durante este período rige el principio de nihil innovetur (que no se innove nada). El gobierno de la Iglesia queda confiado al Colegio de los Cardenales solamente para el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables y para la preparación de todo lo necesario para la elección del nuevo Pontífice.
Durante la sede vacante el Colegio de Cardenales puede reunirse en dos tipos de reuniones: las Congregaciones Generales y las Congregaciones Particulares.
A la Congregación General deben asistir todos los Cardenales no impedidos legítimamente; pueden ausentarse los Cardenales que no tienen derecho a participar en la elección del Papa. En ella se deciden los asuntos de mayor importancia, y deben celebrarse a diario. Los asuntos se deciden por mayoría simple de votos. La Congregación Particular la forman el Cardenal Camarlengo y otros tres Cardenales elegidos por sorteo, llamados Asistentes. En ella se deciden los asuntos de trámite y de menos importancia.
La elección de un Papa se conduce tras puertas cerradas, en cónclave. Los cardenales participantes en el cónclave no tienen contacto con el exterior. Esta práctica fue iniciada por el Papa Gregorio X en 1274 para eliminar interferencias externas y apresurar el proceso electoral, ya que su propia elección se había extendido por casi tres años.
El Papa es elegido por la Iglesia de Roma y no por el colegio de obispos. La razón de ello es que el Papa es el obispo de Roma. Como tal, el es ipso facto cabeza del colegio episcopal y cabeza visible de la Iglesia. Por lo tanto el Papa no es el representante de los obispos. Los cardenales son los que eligen al Papa. Ellos están específicamente vinculados a la Iglesia de Roma de alguna forma: Por ser obispos de diócesis cercanas a Roma, por ser miembros de la curia romana, o por incorporación al clero romano. En la actualidad la mayoría de los cardenales son pastores de iglesias geográficamente distantes de Roma, pero ellos están al mismo tiempo incorporados al clero local de Roma. A cada cardenal se le hace "titular" de una iglesia de Roma, de la cual pasa a ser párroco honorario. Esta relación con Roma preserva la tradición que viene de los primeros siglos según la cual el clero de Roma, con la ayuda de los obispos cercanos escogían el nuevo obispo de Roma.
Al mismo tiempo, el colegio de cardenales, al tener miembros procedentes de mas de 50 países, manifiesta la catolicidad de la Iglesia en la elección del Papa.
ke onda we...Te visito haciendo caso al post ke dejaste en el blog de tourette. Esta chido tu concepto de yahoo.
Oye, con respecto a este post ke subiste te kiero hacer una pregunta personal: Kien crees ke kede de Papa? pues me imagino ke sabes kien está postulado...
Posted by Anónimo | 11:52 p.m.